miércoles, 27 de agosto de 2008

LA PREHISTORIA

Los hombres de la prehistoria emigraban siguiendo a los animales, que buscaban pastos para alimentarse.Gracias al desarrollo de la inteligencia pudieron fabricar armas de piedra que poco a poco las fueron puliendo mejorEllos en la prehistoria también descubrieron el fuego y empezaron a construir objetos de cerámica como vasos ,platos, ollas, etc.
Los campesinos de ésa época tomaron posesión de la tierra y construyeron pequeñas aldeas y ciudades que estaban rodeadas de muros muy gruesos para defenderse. Cuando iban a cazar en grupos morían muchas personas debido al escaso material de caza de esta época.
En esta época también se iniciaron los primeros entierros para que no se los comieran los animales.
La familia en la edad de piedra no solo constaba de la mujer y los hijos si no que también constaba de parientes y allegados. Las familias de la prehistoria tenían muchos hijos porque se sentían más protegidos. El hombre vivía de la caza pesca y recolección de frutos silvestres. Para la pesca crearon los botes hechos con los troncos de los árboles ahuecados, pero para la caza inventaron arcos y flechas. Mientras fueron reemplazados por las armas de fuego artilugios de caza.Pueblos cazadores, pastores y agricultores

EL PAPEL DE LA MUJER
Las mujeres deberían atender a la fabricación de la cerámica, al mantenimiento del fuego, alcuidado de los hijos y al curtido de las pieles, entre otros menesteres.

EL PAPEL DEL HOMBRE

El hombre se ocuparía de la caza, de la defensa del poblado y de la obtención de los metales, la fabricación de armas, etc. De ahí nacieron las primeras aldeas y las primeras plazas fuertes. Entonces se produjo una división en el género de vida de los pueblos. Se diferenciaron los cazadores de aquellos que se dedicaron a la ganadería, al pastoreo y de los que prefirieron el cultivo del suelo, dando origen a la agricultura:cazadores, pastores y campesinos.

EL PUEBLO PASTOR
Es posible que el pastoreo se iniciara unos 6.000 años a. de J.C. en las estepas de Asia, mucho más ricas en pastos que hoy día, mientras que las tribus ocupantes de las orillas de los ríos (Tigris, Éufrates, Nilo) o de los grandes deltas, aprendieron a cultivar la tierra. En América hubo indígenas que constituyeron una cultura del maíz, mientras en ciertas regiones situadas al Norte de México existieron indios cesteros, indios pastores y, más al Norte, otros que desconocían totalmente la agricultura y vivían de la caza del búfalo.El paso de cazador a pastor es lógico y vino determinado por la escasez de piezas y la facilidad de procurarse carne, pieles, grasa, huesos, etc., apresando animales que luego se reprodujeran bajo el control del hombre. Así nacieron los pastores de renos, de bisontes, de ovejas, de ganado vacuno, etc.

EL PUEBLO CAZADOR
Poco a poco los cazadores se atrevieron a cazar los grandes animales Como: hipopótamos, elefantes, bisontes, jabalís, renos, mamuts y todo tipo de animales comestibles.¿Cómo podían los prehistóricos matar a un animal con un palo?Un día, un hombre mató a un conejo con una piedra o quizás con un palo que se había encontrado. Mucho más tarde, los hombres prehistóricos llevaban siempre consigo una piedra o una lanza cuando salían a cazar. El hombre cazador está muy próximo al guerrero, al hombre violento, sin sujeción ni ley, el pastor ofrece la primera manifestación de "capitalismo", ya que su ganado es un capital del que obtiene un rédito manifiesto con sus productos. Por tanto, el espíritu del pastor es más conservador y prudente que el del cazador. El pastor resolvió el problema del hambre mejor que el cazador. Para éste, cada amanecer era una incógnita a despejar, mientras que el primero podía asegurarse una continuidad. Los pueblos arios y semitas que se hicieron pastores aumentaron en población y fuerza. El infanticidio y la muerte de los ancianos e inválidos sólo se da en pueblos cazadores. Los pastores representan una fase de cultura más depurada. Pero en las etapas los pastos se agotan, aparecen tiempos de sequía y también puede surgir el fantasma del hambre. Se impone la emigración. Entonces, pueblos enteros se ponen en marcha en busca de mejores pastos. El caballo debió de ser un gran auxiliar para este movimiento migratorio. La leche de yegua que ha dado lugar al "koumis" y al "kéfir" alimentó millares de seres humanos..

LOS PUEBLOS AGRICULTORES
Los pueblos agricultores sufrieron con dolor las invasiones de los pueblos pastores, pero lograron asimilarlos. El agricultor necesitaba pertenecer a la tierra y fue el inventor de la propiedad rural, porque el terreno sembrado se convirtió en tabú, en motivo de preocupación y cuidado hasta que surgía la espiga, granaba el trigo y se hacía posible la cosecha que aseguraba la comida del invierno, las telas para confeccionar vestidos, etcétera.

PALEOLITICO


Período del Paleolítico que se extiende aproximadamente entre el año 33.000 a.C. y hasta aproximadamente el año 9.000 a.C.La lucha por la supervivencia fue, en los tiempos paleolíticos, una lucha del ser humano con el medio natural y con sus competidores de otras especies animales. Como la vida era muy dura, sólo una minoría de seres humanos cumpliría los 40 años de vida y los que llegaran a esa edad seguramente tendrían una vejez difícil, aquejados de dolores de artritis, reumatismo, escorbuto, y amenazados de muerte con cada hueso roto o muela infectada.La supervivencia de la humanidad durante el Paleolítico se logró en gran medida a la vida comunitaria, su ingenio, sus descubrimientos técnicos y la capacidad social que desarrolló para comunicar y guardar la memoria de su cultura.La alimentación del hombre prehistórico dependía básicamente de la recolección de plantas, tubérculos y otros vegetales, así como de la ingestión de insectos, huevecillos de insectos y animales pequeños. Los primeros seres humanos cazaban presas pequeñas, pero con el desarrollo de la vida comunitaria y la tecnología de caza, el Homo erectus pudo convertirse en un depredador de manadas de animales salvajes o grandes, como el mamut y el bisonte, o de peces una vez que inventó redes. El hombre prehistórico no mantenía una dieta equilibrada y en muchos casos su alimento consistía en carne en estado de semiputrefacción.Los grupos u hordas de esta época vivieron generalmente en cuevas que los protegían del frío y la humedad. Estos lugares también servían como lugar de enterramiento y de cultos y ritos. La aparición del arte rupestre convierte a la cueva en un santuario, que la convierte en el centro del universo familiar. Las cuevas tenían áreas de actividades bien definidas: lugar para encender la hoguera, talleres para el trabajo de piedra, hueso, madera, etc., áreas sagradas para las ceremonias, el culto y la magia, piletas naturales para el agua. En el exterior, había zonas para trabajar y secar pieles, áreas de descuartizamiento, fuegos de protección nocturna y chozas de estación cálida.Los arqueólogos también han encontrado restos de cabañas que se usaban como vivienda. Hubo de varios tipos, construidas con diversos materiales: huesos, pieles, paja, etc. Los grupos humanos generalmente se asentaban en ciertos lugares donde abundaba la comida, como zonas fértiles y donde vivían los animales de gran tamaño. Algunos de estos asentamientos fueron ocupados durante miles y miles de años.En esta etapa comenzó una diferenciación de labores entre hombres y mujeres. Como las crías humanas necesitan los cuidados maternos hasta mucho después del nacimiento, las madres humanas estaban mucho más atadas que las de las mayoría de los primates, y los padres cargaron con la tarea de obtener el alimento cazando animales, una actividad prolongada y ardua que no realizaban las hembras porque tenían que cuidar a las crías.

MESOLITICO


la Piedra (del griego, mesos=medio; y, liítos = piedra) por el contrario posición al Paleolítico (Edad Antigua de la Piedra) y al Neolítico (Edad Moderna de la Piedra).Los hombres del Mesolítico se dedicaron a la caza, la pesca y la recolección, como los del Paleolítico Superior, pero sus condiciones de vida fueron relativamente más duras. Período prehistórico, entre el Paleolítico y el Neolítico, que duró aproximadamente entre el10000 a.C y el 5000 a.C, su nombre significa Edad Media de El clima sufrió grandes cambios: había finalizado una etapa de glaciación. Las grandes masas de hielo y nieve se derritieron gradualmente, subió el nivel de los mares y se inundaron muchas regiones bajas. Por otra parte, el aumento de la temperatura provocó la desaparición o la migración hacia el Norte de los grandes mamíferos característicos del clima frío que habían otorgado una caza provechosa a los seres del Paleolítico Superior. La caza tuvo que orientarse hacia animales más pequeños o buscar otras formas de alimentación. El mamut se extinguió y los rebaños de herbívoros fueron sustituidos por animales de costumbres individuales, cuya caza era más compleja: el ciervo y los jabalíes. Los cazadores comenzaron a utilizar perros, con algún grado de domesticación, para sus actividades. También es importante la microlitización, es decir, la fabricación de pequeños utensilios adaptados a su nueva situación, como por ejemplo, la recolección de moluscos y la apertura de estos. Las armas más importantes fueron los arcos, reforzados por tendones, y las flechas de piedra con variadas formas geométricas (por ejemplo, triángulos y trapecios). Utilizaron también un tipo de flechas de hueso o de madera para conseguir pieles sin dañarlas demasiado. Durante este período se fabricaron trineos, en un principio tirados por hombres y luego por perros, y canoas de piel o de corteza de árboles. De la corteza de abedul fabricaron un producto para pegar, que se ha considerado probablemente como la sustancia más antigua realizada por el ser humano.Los hábitos de las culturas del Mesolítico eran nómadas, con alojamientos de invierno y campamentos de verano. En algunas regiones, donde las costas ofrecieron cantidades permanentes de alimentos, comenzaron a ubicarse asentamientos durante todo el año.El Mesolítico se divide en dos fases: El Epipaleolítico (o fase final del Paleolítico) cuyo nombre deriva de la raíz griega "epi", es decir "sobre"; y el Protoneolítico (periodo anterior al neolítico o edad de los Metales).
LA VIDA EN EL MESOLITICOAl poder vivir de las frutas que recolecta, el hombre tiene menos necesidad de cazar. Sale de las cuevas, cambia sus hábitos y su alimentación y se modifican sus características físicas.Se construyen las primeras chozas a orillas de los ríos, y se abandonan temporalmente las cuevas, viviéndose al aire libre en cabañas de madera y plantas, de las cuales no se conservan vestigios, pero en cuyos emplazamientos se localizan objetos de piedra tallada conocidos por "talleres de Sílex".En esta época los hombres van desnudos o con taparrabos, y las mujeres van desnudas o con unas faldas acampanadas hasta las rodillas, atadas con una cuerda a la cintura, y desnudas en la parte por encima de la cintura.Los grupos tienen probablemente un hechicero, que al principio se distinguía por adornos en las piernas, concretamente en las rodillas, y probablemente también en los brazos. Se practicaban bailes rituales, en los cuales probablemente se invocaba la fertilidad de las mujeres o más probablemente de los animales.La practica de la caza de animales menores, como ciervos o corzos, lleva a la técnica del encercamiento del animal por el grupo humano, y su matanza. Pronto los hombres aprenden a cazar a estos y otros animales empujándolos hacia sacos de cuero, y concentrándolos después en cercados hechos con empalizadas de madera. De esta forma se convirtieron en pastores.A la fertilidad de estos rebaños, y de los rebaños libres, se asocian las danzas rituales y los cultos asociados a pinturas rupestres de animales, con un significado probablemente mágico o de culto.La caza es la actividad principal y la mayor consideración social es para el gran cazador.Los hombres usan eventualmente (no siempre) plumajes en la cabeza, y brazaletes en los brazos y en los tobillos.Las mujeres eran altas, delgadas, esbeltas, con la cintura estrecha y la pelvis ancha; sus piernas eran robustas; sus pechos grandes y flácidos, y les colgaban exageradamente hasta la barriga. Su peinado era estrecho en el centro y colgando hacia los lados, cada vez con mayor anchura, hasta el final de la cabeza.

NEOLITICO

El Neolítico o Revolución Agrícola tuvo su desarrollo en Oriente Próximo, desde donde se extendió por Asia, Europa y África. Sin embargo, tanto en Asia Oriental como en América cabe pensar en un desarrollo autóctono, al menos en gran medida.v Neolítico en oriente próximo.v Neolítico en Europa.v Neolítico en Asia oriental.v Neolítico en América.v Neolítico en África.La etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico se conoce como Mesolítico, mientras que las fases del Paleolítico tardío contemporáneas con el Neolítico y el Mesolítico en otras regiones del planeta se conocen como Epipaleolítico. Se denomina Subneolítico a un pueblo o comunidad de economía cazadora-recolectora que recibe algún influjo de tipo neolítico, típicamente la alfarería, de sus vecinos agricultores.Aunque Neolítico se traduce literalmente como "Nueva (edad de) Piedra", quizás sería más apropiado llamarlo "Edad de la Piedra Pulimentada". Abarca distintos períodos temporales según los lugares. Se sitúa entre el 7000 a.C. y el 4.000 a.C. aproximadamente. Este período se inició en el Kurdistán antes del 7.000 a.C. (quizás hacia el 8.000 a.C.) y se difundió lentamente, sin que en Europa pueda hablarse de Neolítico hasta fechas posteriores al 5.000 a.C.
INFLUENCIA DEL CAMBIO CLIMATICOA partir del año 8.000 a.C., el cambio climático (época Post-glaciar) hizo huir a los rebaños de renos hacia el Norte, provocando una disminución de la caza. Declinó la cultura, volviendo el hombre a las cuevas (aunque en algunos casos aislados se conservaron las chozas). El culto a los difuntos y los rituales funerarios se hicieron más complejos. Esta época es llamada "período de marasmo" y se sitúa en el final del Mesolítico y el principio del Neolítico. Este cambio de clima hacia el 8.000 a.C. (en que se pasó a un clima templado) hizo que el hombre modificara sus costumbres (lo que se facilitaría por los cambios climáticos -templado, frío, templado, frío- del período 12.000 a 8.000 a.C.).Las diferencias culturales de una zona a otra son perceptibles pero resulta imposible dar otro calificativo a los hombres que pueblan extensas zonas que la de Homo sapiens u Hombre de Cro-Magnon, sin que puedan establecerse diferencias étnicas regionales que necesariamente hubieron de darse por el desarrollo separado de los distintos grupos, el ambiente geográfico distinto, la diversa climatología, los hábitos alimentarios diferentes y las múltiples costumbres locales.Del establecimiento de la ganadería y de una economía de base ganadera surge la trashumancia, que pone en contacto a los pueblos y, consecuentemente, facilita la comunicación entre gentes de culturas, tierras y tribus diversas. La emigración de tribus y la difusión de técnicas, que cada grupo aprende del grupo vecino, va extendiendo las culturas neolíticas desde su foco originario hacia el resto del mundo. De estos contactos y del desarrollo simultáneo de la agricultura surgen, entre otras cosas, los primeros molinos manuales para moler los granos que se cultivan.Fases del NeolíticoEl Neolítico se divide en tres fases:v Neolítico Inicial (I Fase)v Neolítico Medio (II Fase)v Neolítico Final (III Fase)Características de este período son la completa domesticación de algunos animales (el asno, el caballo, el reno y otros), la sustitución de los útiles de piedra tallada por los de piedra pulimentada (que no es la novedad más importante, si bien es la que da nombre al período), una práctica desaparición de las manifestaciones artísticas y el desarrollo de los cultivos en la primera fase, seguida de un decaimiento general.
SURGUIMIENTO DE LA AGRICULTURA Y LOS POBLADOSPuede seguirse el Neolítico con relativa exactitud en la zona de Canaán, región en donde surgen culturas agrícolas, sedentarias, (las primeras culturas agrícolas surgieron sin duda en el Sudeste de Anatolia (Çatalhöyük) hacia el 8.000 a.C.) probablemente antes del 7.000 a.C. Se sabe de la siembra, recolección y almacenaje de cereales, y se sabe que domesticaron algunos animales, y entre ellos, el primero, el perro. Se construyeron poblados de casas de adobe, con cubierta plana, aproximadamente rectangulares en medianería, sin calles y con entrada por la cubierta. También cabañas circulares, semi subterráneas, de una sola cámara, con los muros y el suelo cubiertos de barro (Jyroquitya, en Chipre).La innovación se difundió con extrema rapidez y antes del 7.000 a.C. ya se constata al menos una gran ciudad, Jericó, con una superficie de unas cuatro hectáreas, con una muralla de piedra y un foso excavado de unos 8 metros de ancho por 3 metros de fondo, y con, al menos, una gran torre circular de 9 metros de altura, que se pensó servía como torre de vigilancia, con escalera para acceder al techo y a la parte alta de la muralla, pero que realmente resultó ser un muro contra inundaciones y un almacén de grano.Esta primera cultura neolítica (Neolítico pre-alfarero) duró desde aproximadamente el 7.500 a.C. al 6.500 a.C. y fue sustituida por otra "invasión" desde el Norte, de Anatolia, que duró también unos mil años (6.500 al 5.500 a.C.); siguió después otra cultura neolítica procedente también del Norte, que subsistió otros mil años (5.500-4.500 a.C.). Estas culturas se fueron difundiendo por toda Eurasia, acelerándose la difusión después del 5.000 a.C., fecha en que puede fijarse el inicio del periodo Neolítico en el continente Europeo, alcanzando poco después la Península Ibérica.Utensilios agrícolas típicos del Neolítico y sus posibles empleos a través de antiguas representaciones de Egipto.

EVOLUCIN HUMANA





Se calcula que hace 180 millones de años, cuando aún dominaban los reptiles el planeta, aparecieron los primeros mamíferos sobre la Tierra. La multitud de especies de mamíferos que comenzaron a desarrollarse a partir de entonces eran muy diferentes a las que actualmente conocemos y muchas de ellas han desaparecido por completo.
Las cerca de 5 mil especies de mamíferos conocidos en la actualidad se agrupan en órdenes, como son: cetáceos, carnívos, marsupiales, roedores, desdentados, entre otros. De los distintos órdenes, los seres humanos, así como sus ancestros más lejanos, pertenecen al de los primates.





Los primates
Para los paleontólogos, el punto de inicio de la historia de la humanidad empezó con la aparición de los primates, hace unos 65 millones de años. Los primeros de ellos eran unos pequeños seres que empezaron a vivir en los árboles en lugar de permanecer en el suelo, como la mayoría de los mamíferos. Entre las especies que pertenecen a los primates están, además del ser humano, los simios, monos y musarañas. Durante su desarrollo evolutivo, estos primates se hicieron de ciertos rasgos especiales: buena visión, manos con las que se pueden sujetar firmemente objetos y un cerebro relativamente grande.
Por pertenecer a la misma familia, las diferentes especies de primates, en especial monos y simios, guardan similitud con el ser humano. Según algunos estudiosos, el último ancestro común entre el ser humano y el chimpancé, nuestro primo más cercano, existió hace 6 ó 7 millones de años. Después de esta separación apareció el primer homínido, el llamado Australopithecus, que posteriormente dio lugar al Homo habilis, el primer especímen del género Homo, al que pertenecemos los seres humanos modernos.

Los cambios en la biología de los primates que desembocaron en los primeros homínidos se dieron en África: en el Este y en el Sur. El cañon de Olduvai, en Tanzania, el noreste de Africa, es uno de los lugares donde se han encontrado los fósiles más antiguos que aportan datos sobre la historia evolutiva del ser humano.

EDAD DE LOS METALES





La Edad de los Metales es el periodo de la evolución tecnológica de la humanidad caracterizado por el desarrollo de la metalurgia; comienza antes del V milenio adC y acabaría en cada lugar con la entrada en la Historia, para buena parte de Europa en el I milenio adC. Es parte de la Prehistoria en Europa, así como en la mayor parte del mundo, a excepción de en Oriente Medi, que coincide con el desarrollo de la escritura y por tanto con la Historia. Cuando existen testimonios escritos indirectos se considera también Protohistoria. De todos modos, dado que no existe una ruptura (excepto arbitraria) en el desarrollo de esta tecnología metalúrgica entre la Prehistoria, la Protohistoria y la Historia, en este artículo se incluyen adelantos del trabajo con metales que se dan en periodos claramente históricos.
El cobre

El cobre, junto con el oro y la plata, es de los primeros metales utilizados en la Prehistoria, tal vez porque, a veces, aparece en forma de pepitas de metal nativo. El objeto de cobre más antiguo conocido hasta el momento es un colgante oval procedente de Shanidar (Irán), que ha sido datado en el año 9500 adC. Sin embargo, esta pieza es un caso aislado, ya que no es hasta 3000 años más tarde cuando las piezas de cobre martilleado en frío comienzan a ser habituales. En efecto, a partir del año 6500 adC, en varios yacimientos se han encontrado piezas ornamentales y alfileres de cobre manufacturado a partir del martilleado en frío del metal nativo, tanto en los Montes Zagros (Ali Kosh en Irán), como en la meseta de Anatolia (Çatal Hüyük, Çayönü o Haçilar, en Turquía).
Varios siglos después se descubrió que el cobre podía ser extraído de diversos minerales (malaquita, calcopirita, etc.), por medio de la fusión en hornos especiales, en los que se insuflaba oxígeno (soplando por largos tubos o con fuelles) para superar los 1000º C de temperatura. El objeto de cobre fundido más antiguo que se conoce procede de los Montes Zagros, concretamente de Tal-i-Blis (Irán), y se data en el 4100 adC, junto a él se hallaron hornos de fundición, crisoles e incluso moldes.

El bronce

El bronce es el resultado de la aleación de cobre y estaño en una proporción variable (en la actualidad se le añaden otros metales como el zinc o el plomo, creando los llamados bronces complejos). La cantidad de estaño podía variar desde un 3% en los llamados «bronces blandos», hasta un 25% en los llamados «bronces campaniles» (a mayor cantidad de estaño, más tenacidad, pero también menos maleabilidad): en la Prehistoria la cantidad media suele rondar el 10% de estaño. Se supone que fueron los egipcios los primeros en añadir estaño al cobre, al observar que éste le daba mejores cualidades, como la dureza, un punto más bajo de fusión y la perdurabilidad (ya que el estaño no se oxida fácilmente con el aire y es resistente a la corrosión). Además. el bronce es reciclable, pudiéndose fundir varias veces para obtener nuevos objetos de otros ya desechados.


El hierro


El Hierro es uno de los elementos que más abunda en la Tierra. Después del aluminio, es el metal más abundante, sin embargo, su utilización práctica comenzó 7000 años más tarde que el cobre y 2500 años después del bronce. Este retraso no se debe al desconocimiento de este metal, puesto que los antiguos conocían el hierro y lo consideraban más valioso que cualquier otra joya, pero se trataba de hierro meteórico, es decir, procedente de meteoritos. El hierro meteórico era conocido tanto en Eurasia como en América .
Aunque durante milenios no hubo tecnología para trabajar minerales ferrosos, en el tercer milenio adC parece que algunos lo consiguieron: en las ruinas arqueológicas de Alaça Hüyük (Anatolia) aparecieron varias piezas de hierro artificial, entre ellas un alfiler y una especie de cuchilla. En el segundo milenio destacan un hacha de combate descubierta en Ugarit y, sobre todo, un cuchillo con la hoja de hierro y una exquisita empuñadura de oro, que formaba parte del ajuar funerario de la tumba de Tutankamón. Las materias primas de estos primeros herreros debieron ser minerales como el hematites, limonita o magnetita, casi todos óxidos de hierro que ya eran utilizados para otros fines en la Prehistoria, por ejemplo para ayudar a eliminar impurezas de la fundición del cobre o como colorantes. De hecho se sospecha que en los hornos de fundición de cobre y bronce pudieron generarse pequeños residuos de hierro casi puro, a partir de los cuales comenzaría el conocimiento de la verdadera siderurgia. Hay antiguos hallazgos de hierro fundido por el hombre desde Siria a Azerbaiyán. Pero ninguno revela cómo fueron obtenidos ni las técnicas usadas. No se conservan ruinas de talleres, ni herrerías, por lo que se ignora de dónde proceden estos objetos, o dónde «se inventaron».



EDAD DE LOS METALES

LA HISTORIA





La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.[1] También se denomina historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.

También se llama historia al pasado mismo e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la arqueología son imprecisas).

Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.[2] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la misma historia (véase tiempo histórico).

Dentro de la división entre ciencias y humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas (con otras ciencias sociales). La ambigüedad de esa división del conocimiento humano ha llevado al llamado debate de las dos culturas.

Etimología [editar]
En la mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia, además de la poesía épica.La palabra historia deriva del griego ἱστορία ("investigación" o "información"), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"), y de allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria, como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio (1260-1284) y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.


Tres conceptos en las ciencias históricas [editar]Artículos principales: Historiografía y Historiología
En el estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados laxamente y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:

La historiografía es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir los hechos históricos acontecidos y registrados. La correcta praxis de la historiografía requiere el empleo correcto del método histórico y el sometimiento a los requerimientos típicos del método científico.
La historiología o «teoría de la historia» es el conjunto de explicaciones, métodos y teorías sobre cómo, por qué y en qué medida se dan cierto tipo de hechos históricos y tendencias sociopolíticas en determinados lugares y no en otros. El término fue introducido por José Ortega y Gasset[3] y el DRAE lo define como el estudio de la estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica. DRAE)
La historia en sí misma o conjunto de hechos realmente acontecidos, de alcance geográfico y social lo suficientemente amplios como para servir de base a la comprensión de hechos posteriores.
Es imposible ignorar la polisemia y la superposición de estos tres términos, pero simplificando al máximo podemos afirmar que la historia está relacionada con los hechos del pasado, la historiografía es la ciencia de la historia, y la historiología es la epistemología de la historia.


Filosofía de la historia Artículo principal: Filosofía de la historia

Busto de Heródoto, el llamado Padre de la HistoriaLa filosofía de la historia es la rama de la filosofía que concierne al significado de la historia humana, si es que lo tiene. Especula un posible fin teleológico de su desarrollo, o sea, se pregunta si hay un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de la historia humana. No debe confundirse con los tres conceptos anteriores, de los que se separa claramente. Si su objeto es la verdad o el deber ser, si la historia es cíclica o lineal, o existe la idea de progreso en ella, son materias que debate la filosofía de la historia.

Tampoco deben confundirse los supuestos fines teleológicos del hombre en la historia con los fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia como memoria de la humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué se encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del pasado, sea por el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el presente (Miguel de Cervantes bautizó a la historia como maestra de la vida). No debe olvidarse que la historia, al estudiar los hechos y procesos del pasado humano, es un útil para la comprensión del presente y plantear posibilidades para el futuro.[4] Salustio llegó a decir que "entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el ingenio, el recuerdo de los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad".[5]

La radical importancia de ello se basa en que la historia es la única ciencia -quizá también la medicina- en que el sujeto investigador coincide con el objeto a estudiar. De ahí la gran responsabilidad del historiador: la historia tiene una proyección al futuro por su potencia transformadora como herramienta de cambio social. Y le es aplicable lo que Carlos Marx dijo de los filósofos: "hasta entonces habían explicado el mundo de distintas maneras, y había llegado el momento de transformarlo".


Enfoques [editar]Existen dos concepciones de lo que constituye el campo de estudio de la historia:

Enfoque clásico: la historia es el período que comienza con la aparición de la escritura y se prolonga hasta la actualidad; desde este punto de vista, gran número de pueblos de la Tierra no tienen historia hasta que se produce su contacto con sociedades con escritura. Ejemplo: Historia de los pueblos primitivos de Norteamérica (a partir del contacto con europeos).
Enfoque multiculturalista: la historia es el período dentro del cual es posible obtener o reconstruir un relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo humano. Ejemplo: Historia de los pueblos amerindios de Norteamérica (a partir de los datos de la arqueología, tradición oral e historiografía referencial). En buena parte, esta diferencia es artificial: el mismo Heródoto no puede sino usar ese tipo de fuentes documentales cuando redacta la que se considera la primera historia.
Los acontecimientos ocurridos antes del periodo histórico se denominan prehistoria. Los acontecimientos situados en un período de transición entre la prehistoria y la historia son denominados protohistoria.

Sin embargo, otra nomenclatura designa a la ya explicada prehistoria como protohistoria, siguiendo la lógica de que esa "prehistoria" también forma parte de la historia. Además de que el prefijo proto significa "primero". Luego, protohistoria es "la primera historia".


División del tiempo histórico [editar]Artículo principal: Periodización
No hay un acuerdo universal sobre la periodización de la historia, aunque sí un consenso académico sobre los periodos de la historia de la civilización occidental, basado en los términos acuñados por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que pone al mundo clásico y su renacimiento como los hechos determinantes para la división. La acusación de eurocentrismo que se hace a tal periodización no debe impedir conocerla, por ser la más utilizada.

En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos, estudiando el latín señalaron tres fases en su gradual evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba hasta Constantino, etapa del latín clásico; la "edad media" de la lengua, que alcanzaba desde Constantino a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad ínfima" iniciada en el 842 con el primer texto en romance, Los Juramentos de Estrasburgo. Por eso precisamente Ch. D. Du Cange tituló su famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae latinitatis (Paris, 1678). La primera ocasión en que se designa el término Edad Media con sentido histórico parece haber sido en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium. La expresión pasaría desde ese mismo siglo XVII a designar el período de transición entre la antigüedad clásica y el renacer de su cultura experimentada en la Edad Nueva que habita tomado cuerpo a lo largo del siglo XV. Y, en consecuencia, su uso tendía a menospreciar los valores de dicha edad intermedia como un puente o una noche de “mil años”. Los pedagogos fueron los responsables de que este nuevo concepto de la Edad Media adquiriera carta de naturaleza en los manuales o síntesis de historia. Un profesor de fines del siglo XVII, Cristóbal Séller (1634-1707) o Celarius –como gustaba llamarse latinizando su nombre a la manera humanista- introdujo la modalidad en uno de los manuales escolares de Historia Antigua editado en 1685, y la claridad que implicaba para la explicación histórica le indujo a repetirla en otro, titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688). Otro profesor, Loescher, la repitió en un manual alemán: Geschicchte der Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa división de la historia.[6]
El problema de cualquier periodización surge en hacerla válida para un ámbito espacial amplio, lo que resulta difícil cuando los fenómenos que originan el comienzo de un periodo en un lugar (habitualmente el Próximo Oriente) tardan en difundirse o surgir en otros lugares más o menos próximos y conectados (Europa Occidental) o lejanos y desconectados (América, Oceanía). Por ello surgen términos intermedios y de transición o superpuestos.

Prehistoria. Desde la aparición del hombre (subtribu hominina, género Homo), de fecha incierta, hace más de dos millones de años, hasta la aparición de la escritura, en torno al IV milenio a. C.
Paleolítico (etimológicamente Antigua Edad de Piedra, por la piedra tallada)
Paleolítico inferior. Primeros modos de tallado de instrumentos y de homínidos (Australopitecus y Homo habilis en África sudoriental, Homo ergaster y Homo erectus (extendido este último por el Viejo Continente); el Homo antecessor y Homo heidelbergensis en Europa (yacimiento de Atapuerca).
Paleolítico medio. Ligado a cambios en la cultura material y de las especies de homínidos (musteriense y Hombre de Neanderthal en Europa), desde hace 300.000 años hasta hace 35.000 años aproximadamente.
Paleolítico superior. Ligado a la cultura material que se suele asociar a Homo sapiens sapiens, desde hace 35.000 años hasta hace 10.000 años aproximadamente.
Mesolítico/Epipaleolítico/Protoneolítico. Periodo de transición, ligado a los cambios que produjo el fin de la última glaciación. Desde el X milenio a. C. hasta el VIII milenio a. C., aproximadamente. En las zonas en las que significó una transición hacia el neolítico se denomina mesolítico, mientras que en el resto, en las que es las que sólo significa una fase de continuación del paleolítico, se denomina epipaleolítico.
Neolítico (etimológicamente "nueva Edad de Piedra", por la piedra pulimentada). Periodo ligado a la denominada Revolución Neolítica (aparición de la agricultura, aldeas, cerámica) que tuvo lugar a partir del VIII milenio a. C. en el Creciente fértil del Oriente Próximo, y se difundió hacia el norte de África y Europa (en España a partir del VI milenio a. C.) y Asia. La aparición de la agricultura se produjo de forma endógena en otras zonas del mundo (con seguridad en América, de forma menos clara en otras zonas).
Edad de los Metales. Época ya histórica en Próximo Oriente, aún prehistórica en otras zonas.
Calcolítico (III milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental). La formación de las sociedades complejas.
Edad del Bronce (II milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental).
Edad del Hierro (I milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental). Hasta la romanización.
Historia. Desarrollo de la escritura como consecuencia de la aparición de los primeros estados. IV milenio a. C. en Sumeria
Protohistoria. Período de solapamiento: mientras surgen las civilizaciones prístinas de Mesopotamia, China e India en Asia, Egipto en África y las culturas Olmeca y Chavín en América éstas dejan constancia escrita de otros pueblos que no han desarrollado la escritura. En la Península Ibérica coincide con las colonizaciones orientales fenicio-púnica y griega y la conquista romana, cuyos autores registraron la actividad de los pueblos indígenas.
Edad Antigua
Nacimiento de la Civilización en Oriente Próximo: Primeros estados (templos, ciudades-estado, imperios hidráulicos) en Sumeria, Acad, Babilonia, Asiria, Egipto...
Antigüedad clásica: Civilizaciones griega y romana. Cuentan sus eras desde la primera olimpiada o la fundación de Roma. Siglo VIII a. C. No hay que confundir con el periodo clásico del arte griego (siglo V a. C. y siglo IV a. C.).
Antigüedad tardía: Periodo de transición, desde la crisis del siglo III hasta Carlomagno o la llegada del Islam a Europa (siglo VIII).
Edad Media: Desde la caída del Imperio Romano de Occidente (siglo V) hasta la caída del Imperio Romano de Oriente (siglo XV)
Alta Edad Media: siglo V al siglo X.
Baja Edad Media: Para algunos, del siglo XI al siglo XV. Para otros se restringe al siglo XIV y al siglo XV, como Crisis de la Edad Media o Crisis del siglo XIV, y hay una Plenitud de la Edad Media del siglo XI al siglo XIII.
Edad Moderna: De mediados o finales del siglo XV a mediados o finales del siglo XVIII. (Para los ingleses, Early Modern Times, es decir, "Primera Edad Moderna" o "Edad Moderna Temprana".) Se toma como comienzo la Imprenta, la toma de Constantinopla por los turcos o el descubrimiento de América; como final, la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos de América o la Revolución Industrial.
Edad Contemporánea. Desde mediados o finales del siglo XVIII hasta el presente. (Para los ingleses Later Modern Times, es decir, "Segunda Edad Moderna" o "Edad Moderna Tardía").

LA HISTORIA

EPOCA ANTIGUA




La Edad Antigua es la época histórica que transcurre desde el nacimiento de las primeras civilizaciones caracterizadas por el comercio de larga distancia. Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, en lo político, los partidarios de la escuela "mutacionista" francesa la extienden hasta algún momento entre los siglos IX y XI, cuando el Estado central, la propiedad pública y los impuestos dieron lugar al feudalismo y sus censos.
El concepto más tradicional de Historia Antigua presta atención al descubrimiento de la escritura, pero las orientaciones más recientes procuran atender al sistema social o el nivel técnico. Según estos criterios la Edad Antigua se inicia con la vida urbana, considerada en un sentido amplio, y tiene su fin en diversos momentos según el area geográfica de la que hablemos. Así algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la Prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de la mano de las colonizaciones del siglo XVI o XIX.
Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes escritas por griegos, árabes, fenicios, hebreos o egipcios, además de las fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.
La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de las civilizaciones griega y romana (siglo V a.c. al II d.c.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a.c. al V d.c.)
Conceptos como Edad Media o Edad Moderna pueden considerarse válidos sólo para Europa; así Asia, África o América deben recibir una periodización propia y original, coordinando sus cronologías para entender mejor cómo los logros de una cultura acabaron por influir en las otras.

EPOCA ANTIGUA

BABILONIA





Babilonia es un antiguo reino localizado en la región de Mesopotamia, en torno al actual Iraq. Se originó a partir de la ciudad-estado de Babilonia extendiéndose por Acad y Sumeria.



El Imperio Paleo babilónico

Situada a orillas del Eufrates, la ciudad de Babilonia mantuvo en su origen una posición moderada, bajo la sombra de la cercana y más poderosa Kish.


Comenzó a cobrar importancia con la llegada de los amorreos entre el 2000 y el 1800 adC, que se erigieron reyes de la ciudad.



Los amorreos, también semitas, se adaptaron fácilmente a la lengua acadia, propiciando el declive del sumerio. También se adaptaron con facilidad al panteón mixto sumerio-acadio, rindiendo culto a Marduk, deidad protectora de la ciudad.
En torno al 1782 adC llegó al trono el sexto miembro de esta dinastía, Hammurabi. En este tiempo al norte y sur de la ciudad se encontraban los territorios de las ciudades de Assur (que dará nombre a Asiria) y Larsa, más poderosas pero con monarcas envejecidos.


En 1763 AdC Hammurabi venció a Rim-Sin de Larsa, apoderándose de la parte sur de Mesopotamia. En 1755 adC tomó igualmente Asus, haciéndose con el poder de todo el valle de los ríos Tigris y Eufrates.



Con el triunfo de Babilonia sobre el resto de Mesopotamia también su dios principal, Marduk, fue alzado a la cabeza del panteón de dioses locales.
Hacia el 1800 adC comenzaron a producirse una serie de invasiones nómadas provenientes del norte del Cáucaso y de Escitia. El ataque por parte de nómadas a la región había sido una constante durante los siglos anteriores, pero con la domesticación del caballo y su utilización para el tiro de carros de guerra los nómadas consiguieron una ventaja militar que les permitió penetrar en la zona.
Uno de estos grupos fueron los hurritas, que ocuparon gran parte del territorio que Asiria había conquistado durante el reinado de Shamshi-Adad I, fundando el reino de Mitanni hacia el 1500 adC y haciendo a los asirios subsidiarios suyos. También se extendieron por Canaán, donde fundaron algunos reinos, llegando hasta el Antiguo Egipto, donde conquistaron la parte norte y fueron conocidos como hicsos.
Otro de estos grupos fueron los hititas, que se establecieron en la parte oriental de Anatolia a partir del 1700 adC fundando el conocido como Antiguo Reino. La lengua hitita era de origen indoeuropeo, lo cual no les impidió adoptar la escritura cuneiforme de los acadios.
Durante los años siguientes, hititas y hurritas se enfrentaron en el norte de Mesopotamia. En torno al 1600 adC, durante el reinado del rey Mursil I los hititas derrotaron a los hurritas, dominando Asiria y haciendo incursiones en Babilonia, a la cual redujeron hasta las dimensiones anteriores a la conquistas de Hammurabi.






El fin de Babilonia: la conquista persa
Durante el reinado de
Nabónido, en la vecina Media se sucedió la inestabilidad. Un nuevo jefe llegó al principado de Anshan, vasallo del reino medo. Se hizo llamar Ciro II de Anshan, más conocido como Ciro XIII el Grande. En 559 adC el nuevo rey se declaró independiente de Media, lo que supuso la guerra. No sólo consiguió mantener la independencia del principado, si no que en 550 adC tomó la capital meda, Ecbatana, convirtiendose así en el nuevo monarca de toda la región. A continuación Ciro se lanzó a la conquista del reino de Lidia, en Asia menor, cuya conquista completó en el 547 adC.

Durante estas campañas Nabónido de babilonia se mantuvo inactivo. Sin embargo, tras la caída de Lidia, buscó la alianza de
Egipto contra el posible invasor. Ésta resultó inútil y en 539 adC Ciro se encontraba atacando la capital babilonia. La caída de la ciudad fue narrada posteriormente por el historiador griego Heródoto:

EGIPTO

Egipto
La República Árabe de Egipto es un país de África, situado en su extremo nordeste, e incluye la península del Sinaí (que pertenece al continente asiático). La mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara, sólo habitado en torno a los oasis. Su capital es El Cairo
Es uno de los países más populosos de África. La mayor parte de la población se asienta en las riberas del río Nilo y en el delta donde están las zonas de tierra fértil. Casi la mitad de los egipcios viven en áreas urbanas, sobre todo en los centros densamente poblados de El Cairo y Alejandría.
Egipto es famoso por su civilización antigua y sus monumentos, como las pirámides y la gran esfinge; la ciudad meridional de Luxor contiene un gran número de restos antiguos, tales como el templo de Karnak y el Valle de los Reyes. Hoy Egipto es un centro político y cultural importante del Próximo Oriente.

La regularidad y riqueza que aportaba la inundación anual del río Nilo, junto a la ausencia de grandes pueblos enemigos, por su aislamiento, debido a que el valle del Nilo está situado entre dos amplias zonas desérticas, permitieron el desarrollo de una de las primeras y más deslumbrantes civilizaciones en la historia de la humanidad.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 adC, desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).
La historia del Antiguo Egipto se divide en tres imperios con periodos intermedios de conflictos internos y dominación por gobernantes extranjeros. El Imperio Antiguo se caracterizó por el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante el Imperio Medio (2050-1800 adC), tras una etapa de descentralización, Egipto conoció un período de esplendor en su economía. En el Imperio Nuevo (1567-1085 adC) la monarquía egipcia alcanzó su edad dorada conquistando a los pueblos vecinos y expandiendo sus dominios bajo la dirección de los faraones de la dinastía XVIII. La última dinastía fue derrocada por los persas en el año 341 adC, quienes a su vez fueron reemplazados por gobernantes griegos, y romanos, periodo que comenzó hacia el año 30 adC como resultado de la derrota de Marco Antonio en la batalla de Actium, y que trajo siete siglos de paz relativa y estabilidad económica. Desde mediados del siglo IV, Egipto formó parte del Imperio Oriental, que se convirtió en el Imperio bizantino.
Tras la muerte de Mahoma, en 642, se produce la invasión árabe, que asume el gobierno del país con el beneplácito de los cristianos coptos. Los árabes introdujeron el Islam y el idioma árabe en el siglo VII y gobernaron los siguientes seis siglos. A finales del siglo X, durante un breve tiempo los Fatamidas se hicieron con el gobierno. Vendrá a continuación la época de Saladino que supondrá un renacimiento cultural y económico favorecido por el espíritu de la Jihad, guerra santa en respuesta a las cruzadas cristianas. Entre 209 y 1517, los Mamelucos, que eran parte de una casta militar local, tomaron el control del gobierno alrededor del año 1250, derrotaron a los mongoles en su avance imparable por Asia, pero fueron incapaces de impedir la ocupación del país y el control del gobierno por parte de los turcos otomanos en 1517.



Gobierno y política

Es una república unitaria y presidencialista cuyo presidente, como jefe de Estado y comandante supremo de las fuerzas armadas del país, representa al poder ejecutivo elegido mediante plebiscito popular para un periodo de seis años, pudiendo ser elegido una única vez.
Nombre oficial: República Árabe de Egipto
Sistema legal: basado en la Constitución de 1971.
Legislación nacional: sistema unicámaral (Majlis Al-Shaab o asamblea del pueblo).
Sistema electoral: sufragio universal directo.
Jefe del Estado: el presidente, nominado por mayoría de dos tercios de la asamblea y elegido por referéndum.
El gobierno nacional: consejo de ministros, presidido por el primer ministro.
Principales partidos políticos: el partido Nacional Demócrata, el partido Socialista Laboral, el partido Socialista Liberal, New Wafd, el partido Nacional Progresista Unionista.
Aunque aparentemente el poder se organiza bajo un sistema multipartidista, en la práctica por más de cincuenta años el presidente se ha elegido en elecciones con un solo candidato. Egipto también celebra elecciones parlamentarias multipartidistas de manera regular. En febrero de 2005 el presidente Hosni Mubarak anunció la reforma de la ley para la elección presidencial, de manera que en las elecciones de 2010 habrá varios candidatos, por primera vez desde 1952 y se limita el mandato a siete años con sólo dos legislaturas. En 2007 se celebró un referéndum en el que se aprobó aumentar los poderes presidenciales.



CIVILIZACIÓN GRIEGA


La civilización griega
La historia de Grecia, durante sus primeros años, desarrolló una de las más grandes civilizaciones de la Antigüedad, poseedora de una rica cultura. Fue famosa por sus conocimientos, su arte y sus templos.
La civilización griega tuvo un fuerte desarrollo en el campo filosófico. Se la suele llamar "la cuna de la civilización" ya que sus grandes pensadores fueron los que desarrollaron los primeros conceptos de "átomo" (sin división) y su arte, sencillo, se caracterizó por la construcción de templos con grandes pilares y techos triangulares; en la música destacaron sus danzas folclóricas y sus cantos se ejecutaban todos los días en todas sus actividades.
Entre los monumentos más famosos de esta antigua civilización se encuentran, entre otros, el Partenón y el Mausoleo de Halicarnaso.





Orígenes de Grecia
Desde el Paleolítico se atestigua la presencia del hombre en Grecia (3200 adC a 2000 adC), y en Asia Menor, Pero fue en la isla de Creta donde se desarrolló la civilización más avanzada, la cretense o minoica. Durante su época de mayor esplendor (minoico medio, hacia 1950 adC a 1550 adC), se construyeron los palacios de Cnosos, Festos y Hagia Triada. Por otro lado, los aqueos o protohelenos se establecieron en la Argólide, donde construyeron las fortalezas de Tirinto y Micenas, de la que derivó el nombre micénica que se da a su elevada civilización, asimiladora de la cultura minoica. Hacia 1550 adC comenzó un período de apogeo a ambos lados del mar Egeo, que culminó con la conquista de Creta y la expedición contra Troya. A comienzos del siglo XII adC, los dorios irrumpieron en la Grecia continental. En consecuencia, los aqueos emigraron al Peloponeso; los jonios al Ática, a Eubea y a las Cícladas, y los eolios a Tesalia y a Beocia. Además, esa invasión incrementó el proceso de emigración de colonos griegos hacia el litoral de Asia Menor y provocó la fragmentación de Grecia en ciudades-estado (polis).



LA CIVILIZACIÓN ROMANA


El Imperio Romano fue una etapa de la civilización romana en la Antigüedad clásica caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al Mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando, llegando a su máxima extensión durante el reinado de Trajano, abarcando desde el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Negro, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de unos 6,14 millones de km².
El término es la traducción de la expresión latina Imperium Romanum, que no significa otra cosa que el dominio de Roma sobre dicho territorio. Polibio fue uno de los primeros cronistas en documentar la expansión de Roma aún como República. Durante casi tres siglos antes de César Augusto, Roma había adquirido numerosos dominios en forma de provincias directamente bajo administración senatorial o bajo gestión consular, y también mediante pactos de adhesión como protectorados de estados aliados. Su principal competidora en aquella época fue la ciudad púnica de Cartago cuya expansión rivalizaba con la de Roma y por ello fue la primera gran víctima de la República. Las Guerras Púnicas obligaron a Roma a salir de sus fronteras naturales, la península Itálica, y poco a poco adquirió nuevos dominios que debía administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc.
Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas, de cara a obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo objetivo principal fue el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no sólo amplió los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafió por vez primera la autoridad del Senado romano.
El Imperio Romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana. Él fue, de hecho, el primer hombre que se alzó como mandatario absoluto en Roma, haciéndose nombrar Dictatr (dictador). Tal osadía no agradó a los miembros del Senado romano, que conspiraron contra él asesinándole durante los Idus de marzo en las mismas escalinatas del Senado, restableciendo así la república, pero su retorno sería efímero. El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio Augusto, quien sería enviado años más tarde a combatir contra la ambiciosa alianza de Marco Antonio y Cleopatra.
A su regreso victorioso, la implantación del sistema político imperial sobre un imperio territorial que de hecho ya existía, resulta inevitable, aun manteniendo las formas republicanas. Augusto aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de salvar un imperio que caía hacia el abismo. Fue éste último quien, por primera vez, dividió el imperio para facilitar su gestión. El imperio se volvió a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande, quedó definitivamente dividido.
Finalmente en 476 el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El senado envía las insignias a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del imperio de Occidente. El imperio oriental proseguiría varios siglos más bajo el nombre de Imperio Bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cayó bajo el poder otomano.
El legado de Roma fue inmenso, tanto es así que varios fueron los intentos de restauración del imperio, al menos en su denominación. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus generales Narsés y Belisario

, el de Carlomagno así como el del propio Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos.

EL CRISTIANISMO

Roma, como la mayoría de los pueblos de la antigüedad adoptó una religión politeísta, que contaba con dioses para todos los romanos, y con una religión familiar, que nucleaba a sus miembros, en torno a la adoración de sus antepasados muertos. La prédica de Cristo fue rechazada en Roma, al punto de costarle la vida al propio Jesús, y sus seguidores fueron perseguidos y condenados por la mayoría de los emperadores.
Nerón, fue uno de los emperadores que más se ensañó con los cristianos, que no adoraban a los dioses locales, y se negaban a reconocer al emperador como un ser divinizado. Las ideas de caridad e igualdad cristianas, parecían oponerse al espíritu guerrero y jerárquico de los romanos. Por estas causas, acusó a los cristianos del incendio de Roma, ocurrido en el año 64.
Los emperadores Trajano y Adriano, fueron más tolerantes con el cristianismo, con la condición de que no violaran las leyes romanas.
En el año 285, Diocleciano, persiguió al cristianismo considerándolo una amenaza para el imperio. Esta nueva religión que primero fue adoptada por los grupos sociales más humildes, comenzó a ser predicada por todos los sectores de la sociedad. La Explicación puede encontrarse en la crisis que se vivía en esos momentos, tanto en materia de seguridad, como económica y de valores espirituales. El cristianismo ofrecía una nueva oportunidad de reivindicación moral y religiosa.
Diocleciano privó a los cristianos de todos sus derechos, quemó copias bíblicas y demolió iglesias. Esta hostilidad cesó recién con el decreto de indulgencia, de Galerio del 30 de abril del año 311, donde se reconoció a los cristianos existencia legal.
El emperador Constantino, en el año 324, asumió el poder total de Roma, atribuyendo su asunción a fuerzas divinas. Un panegirista galo, anunció que el nuevo emperador había tenido una visión de Apolo, en un santuario de la Galia. La visión era de una cruz encima del Sol, seguida de las palabras “con ésta vencerás”. A la noche siguiente, Cristo se le apareció en un sueño, mostrándole el sentido de lo que había vislumbrado.
La tarde anterior a la batalla del puente Milvio, el 28 de octubre del año 312, tuvo otro sueño, donde se le ordenó pintar en los escudos de sus tropas el monograma cristiano. Al vencer a Majencio, y con ello acceder al poder en todo occidente, relacionó ese triunfo con la simbología usada. Como tributo a su victoria, erigió un arco en roma, donde se escribió que el tirano Majencio había sido derrotado “por inspiración de la divinidad y su grandeza de espíritu”, refiriéndose al propio Constantino.
En el año 313, se promulgó el edicto de Milán, por parte de Constantino I, a cargo del Imperio Romano de Occidente y Licinio, del de Oriente.En esa fecha el Imperio estaba compuesto por 50.000.000 de habitantes de los cuales los cristianos representaban el 10 %. Las propiedades de los cristianos que les habían sido confiscadas les fueron devueltas. El cristianismo comenzó a convivir en un pie de igualdad con el paganismo.Luego de vencer a Licinio en Adrianópolis, se apoderó, en el 324 de todo el imperio.
Reconoció públicamente sus errores y la salvación que Dios le había concedido.
En el año 325 se reunió el concilio de Nicea (Asia Menor), donde se reunieron trescientos obispos, con el fin de lograr la unidad religiosa del imperio, ya que el cristianismo había sido objeto de distintas interpretaciones. El arrianismo, sostenía que Cristo era el primogénito de Dios pero no su misma sustancia, sino una criatura de origen temporal. En el concilio triunfó la tesis opuesta consagrándose la trilogía del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siendo la misma sustancia el dios Padre y el Hijo. Los que no aceptaran esa fe serían desterrados.
En el año 326, Constantino se dirigió a Roma, lugar en el había estado en el 315, pero esta vez se negó a concurrir a una procesión y sacrificio en el Capitolio. La nueva capital se estableció en Constantinopla, donde antes había estado Bizancio. La nueva ciudad fue consagrada en el año 330, transformándose en ciudad cristiana, a pesar de que siguieron subsistiendo resabios del anterior paganismo, como estatuas y templos paganos, que ya no eran tenidos como sagrados. Se establecieron importantes iglesias, como la de la sagrada sabiduría.
En tanto, en Roma, en el 326, año de la visita de Constantino, se ejecutó a su hijo Crispo, en Pola, Dalmacia, por orden del propio Constantino, acusado de haber tratado de seducir a su madrastra, fausta, esposa de Constantino. Fausta también falleció a causa de un supuesto accidente en la bañera, donde se ahogó, aunque muchas versiones indican que fue la madre de Constantino la encargada de asesinarla, cuando se enteraron de que la acusación contra Crispo era falsa.
La madre de Constantino, ante estos hechos se dirigió en peregrinación a Tierra Santa.
Estos hechos hicieron sospechar a los opositores de Constantino que su conversión obedecía a razones de expiación de pecados por la cruel e injusta muerte de sus familiares.
Se puso en comunicación con el obispo de Jerusalén, donde se construyeron numerosas iglesias.
El bautismo de Constantino se produjo en el año 337, en su lecho de muerte, y fue enterrado en la iglesia de los Santos Apóstoles, en Constantinopla.
El emperador, Juliano el Apóstata (361-363), nuevamente comenzó una política persecutoria del cristianismo, pero a su muerte, el cristianismo resurgió con mayor intensidad.
El emperador Teodosio, el 27 de febrero del año 380, proclamó al cristianismo religión oficial del Imperio Romano.

LA EDAD MEDIA



La expresión "Edad Media" ha sido empleada por la civilización occidental para definir el periodo de 1000 años de historia europea entre el 500 y 1500 d. C. EL inicio de la Edad Media está señalado por la caída del Imperio Romano Occidental, gen
eralmente tomado como el fin de la historia clásica antigua. El inicio del Renacimiento (de Europa) marca el final de la Edad Media. Entre los acontecimientos que determinaron el final de este periodo destacan la caída de Constantinopla en 1453; la utilización por primera vez de la imprenta en 1456; el descubrimiento de América en 1492; la Reforma Protestante iniciada por Lutero en 1517, y el florecimiento de las artes en
Italia. La Edad Media se sitúa, por lo tanto, entre lo que conocemos como historia antigua e historia moderna.
En Asia y Oriente Medio, este periodo histórico no entra fácilmente dentro del concepto europeo de Edad Media. China evolucionó paulatinamente desde los tiempos prehistóricos hasta el comienzo de la historia moderna occidental sin los bruscos cambios que tuvieron lugar en Europa. El poder en China estuvo en manos de diferentes dinastías y también fue víctima de invasiones, pero su cultura fundamental progresó de una manera estable. Japón también se desarrolló a un ritmo estable y sin interferencias. La historia de Oriente Medio se adapta un poco más a la Edad Media europea, al tratarse de zonas más cercanas y entre las que el contacto era continuo.
La Alta Edad Media
Tras la caída de Roma, Europa occidental entró un periodo conocido como la Alta Edad Media. Una de las razones por las que se le aplicó este nombre es que gran parte de la civilización romana fue aniquilada y reemplazada por una cultura más bárbara. Otro de los motivos es la escasez de documentos escritos que arrojen luz sobre esta etapa de la historia.
La Baja Edad Media
Esta época fue testigo de un extenso movimiento de ruptura por toda Europa y de la sustitución de la cultura romana, predominante hasta el momento, por la de las tribus germánicas. Durante 500 años, Europa había sufrido continuas guerras e invasiones. Sin embargo, la vida del campesinado no cambió básicamente y se acabó recuperando la estabilidad social y cultural, aunque con carácter diferente. Alrededor del año 1000, los europeos estaban creando una nueva civilización medieval que sobrepasaba a la antigua en casi todos los aspectos.

La organización de los ejércitos
En comparación con los grandes ejércitos nacionales de épocas más modernas, la organización de los ejércitos feudales era sencilla. Hasta finales de la Edad Media no hubo regimientos, divisiones o cuerpos permanentes. Cuando se convocaba a un ejército feudal, cada vasallo viajaba hasta el lugar de encuentro con los caballeros, arqueros e infantería que le habían solicitado. Una vez en el punto de encuentro, los contingentes eran reagrupados según su papel. Los caballeros y sus escuderos marchaban juntos, al igual que los arqueros y la infantería.
Las unidades especiales, como los ingenieros y la artillería de asedio, solían ser profesionales contratados para la campaña. Por ejemplo, la artillería empleada por los turcos contra Constantinopla fue manejada por mercenarios cristianos.
A finales de la Edad Media, ser soldado mercenario era una profesión respetable. Los guerreros emprendedores formaban compañías de mercenarios que permitían a un señor rico o a una ciudad la contratación de tropas ya listas y formadas para combatir. Algunas de estas compañías estaban especializadas en un solo tipo de lucha. Por ejemplo, en el año 1346, 2000 ballesteros genoveses lucharon al servicio del ejército francés en la batalla de Crécy. Otras compañías de mercenarios aunaban contingentes de todas las clases. A menudo se les describía en términos del número de lanzas del que disponían. Cada lanza equivalía a un caballero armado más las correspondientes tropas de caballería, infantería y artillería. Una compañía de 100 lanzas representaba varios cientos de hombres armados. Este sistema dio origen al término "freelance".
En el ejército medieval, la jerarquía de mando era mínima. Pocas maniobras se planeaban de antemano, por lo que había escasa provisión de personal para apoyar a los mandos y transmitir órdenes.
En 1439, Carlos VII de Francia creó las Compañías Reales de Ordenanza. Estas compañías estaban formadas por caballeros o por soldados de infantería, y eran pagadas con el dinero de los impuestos. Cada compañía tenía una dotación establecida de hombres. Normalmente, era el propio rey quien escogía su armadura y las correspondientes armas. Esto fue el inicio de los modernos ejércitos permanentes de Occidente.
El suministro
Las provisiones de medicinas y alimento eran escasas. Los ejércitos medievales vivían directamente de las tierras que ocupaban o que atravesaban, en detrimento de sus pobladores. La llegada de un ejército aliado no era mejor que la de uno enemigo. Los ejércitos medievales no solían permanecer por demasiado tiempo en una misma zona, al agotarse pronto el suministro local de alimento y forraje. Esto suponía un problema especialmente en los asedios. Si el ejército sitiador no se organizaba para recibir comida y suministros durante el sitio, podía verse obligado a levantar la plaza para no morir de hambruna mucho antes de que los sitiados se vieran impelidos a la rendición.
La salubridad también era un problema cuando el ejército permanecía afincado en una misma zona. Un ejército medieval transportaba muchos animales además de las monturas de los caballeros, y los problemas de aguas residuales producían disentería. Los ejércitos feudales tendían a acabar consumidos por la enfermedad y por las deserciones. Durante su campaña en Francia, Enrique V de Inglaterra perdió en el asedio de Harfleur alrededor del 15 por ciento de su ejército debido a enfermedades, y las bajas aumentaron en su marcha hasta Aquisgrán. En la batalla en sí, sólo perdió el 5 por ciento de sus hombres. Enrique V murió de enfermedad en otro asedio a causa de las malas condiciones sanitarias.
El despliegue para la batalla
La mayoría de las batallas tenían una estructura fija en la que las dos facciones se organizaban en el campo de batalla antes de empezar la lucha. Las campañas de maniobras y los acuerdos para el encuentro eran poco frecuentes.
Antes de la batalla, los mandos dividían sus tropas en contingentes con tareas específicas. La primera separación podía ser en infantería, arqueros y caballería. Estos grupos podían subdividirse en otros a los que se encomendaban misiones individuales o que debían permanecer en la reserva. Un comandante podía, por ejemplo, organizar varios "batallones" o "divisiones" de caballería para que cargasen individualmente si lo precisaba o tenerlos de reserva. Los arqueros podían desplegarse a la cabeza del ejército con el apoyo de bloques de infantería. Una vez organizado el ejército, las únicas decisiones importantes a tomar eran cuándo ordenar el ataque a las distintos divisiones. Comenzada la batalla, había pocas previsiones para retirarse, reagruparse o reorganizarse. Por ejemplo, un batallón de caballeros raramente podía usarse en más de una ocasión. Una vez utilizados en determinado cometido, normalmente se los retiraba o se los reforzaba. Una carga de toda la caballería pesada causaba tal confusión, pérdida de equipamiento y de caballerías, que las tropas se quedaba prácticamente sin fuerzas. En la batalla de Hastings, los caballeros normandos fueron reagrupados para nuevas cargas, pero no cargaron simultáneamente porque no fueron capaces de romper el muro de escudos sajones.
Los mandos superiores disponían del terreno para su ventaja y realizaban misiones de reconocimiento para evaluar los puntos débiles y fuertes de ejército enemigo.
El pago de los rescates
La recompensa última al triunfo en la batalla era la concesión de honores y de feudos. La más común consistía en el botín obtenido en el saqueo de los cuerpos, las ciudades y castillos, con la venta de armas y armaduras de los muertos, y mediante el cobro del rescate de prisioneros de rango. Se esperaba que los caballeros pagaran un rescate a cambio de su vida. Uno de los rescates más importantes de los que haya quedado constancia fue el de la suma equivalente a más de 20 millones de dólares modernos pagada a un príncipe alemán a cambio de la libertad de Ricardo I de Inglaterra, capturado durante su regreso de las Cruzadas.
En Aquisgrán, los ingleses tenían presos en la retaguardia a un nutrido grupo de caballeros franceses con el fin de pedir su rescate. Durante la batalla, un contingente francés asaltó la retaguardia inglesa provocando brevemente el pánico de Enrique V. Este ordenó la ejecución de los prisioneros para así evitar su liberación, perdiendo de ese modo una fortuna en rescates.
La captura de los caballeros era registrada por los heraldos, que apuntaban qué soldados eran responsables de su captura y por lo tanto debían recibir el rescate. Luego lo notificaban a los familiares de los prisioneros, disponiendo el pago del rescate y finalmente su liberación.
La popularidad que cobraron los rescates puede parecer una costumbre muy civilizada, pero encubre el aspecto más siniestro de la historia. Los prisioneros de bajo rango podían ser directamente asesinados para evitar las molestias derivadas de su vigilancia y alimentación.
La estrategia militar
La estrategia militar medieval se centraba en el control de las fuentes de riqueza y, en consecuencia, en su capacidad para la ocupación de tierras. Al principio del periodo, esto equivalía básicamente a destruir o defender los campos, ya que toda la riqueza tenía origen en las tierras de labranza y en los pastos. Con el paso de los años, las ciudades se convirtieron en importantes puntos de control como centros de riqueza derivados del comercio y la manufactura.
Conquistar y mantener el control de los castillos era parte esencial de las guerras, ya que éstos defendían las tierras de labranza y pasto. Los ocupantes del castillo controlaban a la población de los alrededores. A medida que iban creciendo, las ciudades también se fortificaron. La defensa y la conquista de ciudades fue adquiriendo gradualmente mayor importancia que el control de los castillos.
Los ejércitos de tierra maniobraban para conquistar las fortificaciones clave y devastar los campos, o para evitar que el enemigo llevara a cabo esas mismas acciones. Las batallas campales se producían para poner fin a la destrucción provocada por las invasiones enemigas. Por ejemplo, los anglosajones se batieron en Hastings, en el año 1066, para poner fin a una invasión de los normandos. Los anglosajones fueron derrotados y los normandos, bajo Guillermo el Conquistador, pasaron los siguientes años estableciendo su control sobre Inglaterra mediante una campaña de conquistas. La batalla de Lechfield, librada en el 955, enfrentó a los germanos y a invasores magiares provenientes del Este. La victoria decisiva de los germanos, bajo el mandato de Otón I, puso fin a posteriores invasiones de los magiares. La derrota de los moros en el 732 por parte de Carlos Martel acabó con las invasiones musulmanas y con su expansión fuera de España.
Las batallas de Crécy, Poitiers y Aquisgrán, libradas durante la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, fueron tres intentos por parte de los franceses de frenar las incursiones inglesas. Los franceses fueron derrotados en las tres batallas, por lo que las invasiones inglesas siguieron su curso. En este caso, sin embargo, los ingleses no lograron un control permanente de los territorios y, con el tiempo, los franceses acabaron por ganar la guerra.
Las Cruzadas fueron intentos de conquistar y controlar puntos estratégicos en Tierra Santa que permitiesen obtener el control de la zona. Las batallas en las Cruzadas tenían lugar para acabar con el control de uno de los bandos. La victoria de los Sarracenos bajo Saladino, en la batalla de Hattin en 1187, permitió a éstos la reconquista de Jerusalén.

Las tácticas militares
Las batallas medievales fueron evolucionando desde desordenados enfrentamientos entre bandas armadas a batallas en las que se usaban tácticas y maniobras. Parte de esta evolución se debió al desarrollo de distintos tipos de soldados y armas, y al aprendizaje de su manejo. Los primeros ejércitos de la Alta Edad Media consistían en grupos de infantería. Al desarrollarse la caballería pesada, los mejores ejércitos pasaron a ser hordas de caballeros. Los soldados de infantería quedaron destinados a devastar las tierras de labranza y a realizar el trabajo pesado durante los asedios. Sin embargo, en el campo de batalla este tipo de soldado corría riesgos respecto a ambos bandos, al buscar los caballeros el enfrentamiento con sus enemigos en combates individuales. Esto era así principalmente a principios del periodo, cuando la infantería se constituía de siervos y de campesinos sin preparación. Los arqueros eran también útiles en los asedios, pero corrían igualmente el riesgo de ser arrollados en el campo de batalla.
A finales del siglo XV, los comandantes estaban haciendo progresos en disciplinar a sus caballeros y en lograr que sus tropas funcionasen en equipo. En el ejército inglés, los caballeros acabaron otorgando a regañadientes su respeto a los arqueros después de que éstos demostraran su valor en numerosos campos de batalla. La disciplina también mejoró al haber más caballeros que luchaban por dinero y menos que lo hicieran por el honor y la gloria. En Italia, los soldados mercenarios adquirieron fama por largas campañas en las que apenas se derramó sangre. Para entonces, los soldados de todos los rangos eran activos de valor que no debían desaprovecharse a la ligera. Los ejércitos feudales en busca de gloria se convirtieron en ejércitos profesionales más interesados en seguir viviendo para disfrutar la paga.
Las tácticas de la caballería
La caballería normalmente se organizaba en tres grupos, o divisiones, que eran lanzadas al combate una detrás de otra. La primera oleada debía abrirse paso entre el ejército enemigo o desbaratar sus filas para que la segunda o la tercera pudiesen hacerlo. Una vez que el enemigo se ponía a correr, comenzaban la matanza y la captura propiamente dichas.
En la práctica, los caballeros actuaban individualmente en detrimento de lo planeado por el comandante. El honor y la gloria eran los principales intereses de los caballeros, por lo que maniobraban para obtener posiciones de primera fila en la primera división. La victoria del ejército en el campo de batalla era un objetivo secundario al de su propia gloria. Batalla tras batalla, los caballeros cargaban tan pronto como veían al enemigo, desbaratando todo plan previsto.
En ocasiones, los comandantes desmontaban a sus caballeros para poder controlarlos mejor. Esta opción era bien acogida por las tropas menores, cuyas esperanzas en las luchas de embestida eran realmente pocas, por lo que aumentaba el vigor en el combate y la moral del soldado común. En este caso los caballeros, junto con soldados de infantería, luchaban tras estacas u otras construcciones defensivas que se diseñaban para minimizar el impacto de las cargas de la caballería.
Un ejemplo de conducta indisciplinada por parte de los caballeros fue la batalla de Crécy en 1346. El ejército francés superaba en mucho en número al inglés (40.000 contra 10.000), y tenía una cantidad mucho mayor de caballeros. Los ingleses se dividieron en tres grupos de arqueros protegidos por estacas. Entre los tres grupos había dos de caballeros desmontados. Un tercer grupo de caballeros sin montura permanecía en la reserva. El rey francés envió a los ballesteros mercenarios genoveses a contener al ejército enemigo mientras él trataba de organizar en tres grupos a sus propios caballeros. Sin embargo, las ballestas estaban mojadas y resultaron ineficaces. Por su parte, los caballeros franceses ignoraron los esfuerzos de su rey nada más divisar al enemigo, prorrumpiendo en frenéticos gritos de "¡Mueran! ¡Mueran! ¡Mueran!". Impacientándose con los ballesteros genoveses, el rey francés mandó cargar a sus caballeros, que arrollaron a su paso a los genoveses. Aunque la lucha se prolongó durante todo el día, los caballeros y arqueros ingleses, cuyas cuerdas de los arcos permanecían secas, derrotaron a la caballería francesa por la indisciplina con que combatió.
A finales de la Edad Media, el valor de la caballería pesada en el campo de batalla había descendido al nivel de los tiradores y la infantería. Para entonces, ya se había aprendido la inutilidad de cargar contra una infantería bien disciplinada y situada. Las reglas habían cambiado. Las estacas, trampas para caballos, y trincheras se empleaban con asiduidad para protegerse de las cargas de caballería. Las cargas contra filas masivas de piqueros y arqueros/artilleros dejaban como único resultado una pila de caballos y hombres destrozados. Los caballeros se vieron obligados a luchar a pie o a esperar una oportunidad propicia para cargar. Las cargas devastadoras eran aún posibles, pero sólo cuando el enemigo estaba en desbandada, desorganizado o fuera de sus temporales construcciones defensivas.
Las tácticas de la artillería
Durante la mayor parte de la Edad Media, las tropas de artillería estaban integradas por arqueros que manejaban alguno de los distintos tipos de arco. Al principio era el arco corto, después la ballesta y finalmente el arco largo. Los arqueros tenían la ventaja de poder matar y herir a enemigos a distancia sin participar en el combate cuerpo a cuerpo. El valor de este tipo de tropas era bien conocido en la antigüedad, pero las lecciones aprendidas se olvidaron temporalmente durante la Alta Edad Media. Los caballeros guerreros que tenían la tierra bajo su control detentaban el rango más alto, y su código exigía el combate cuerpo a cuerpo contra un enemigo importante. Matar a distancia con flechas era un deshonor para los caballeros, por lo que las clases dominantes se ocuparon poco de desarrollar este arma y de utilizarla eficazmente.
Sin embargo, con el tiempo se fue poniendo de manifiesto que los arqueros eran útiles y eficaces tanto para los asedios como para las batallas. Más y más ejércitos, aunque fuera a regañadientes, les hicieron sitio. La victoria decisiva de Guillermo I en Hastings en el año 1066 pudo deberse a sus arqueros, aunque los caballeros, como era tradición, se llevaron la mayor parte del crédito. Los anglosajones ocupaban una ladera, y estaban tan apiñados tras su barrera de escudos, que los caballeros normandos tenían grandes problemas para penetrarla. La lucha transcurrió durante todo el día. Finalmente los anglosajones se aventuraron a dejar su barrera de escudos, en parte para dar alcance a los arqueros normandos. Una vez fuera, los anglosajones abatidos con facilidad. Durante un tiempo, pareció que los normandos iban a perder, pero muchos piensan que los arqueros normandos estaban ganando la batalla. Un flechazo afortunado hirió de muerte a Harold, el rey anglosajón y, a partir de ese momento, la batalla concluyó rápidamente.
Los arqueros de infantería combatían en formaciones masivas de cientos e incluso miles de hombres. Dentro de un radio de acción de cien yardas, tanto los disparos con arco como los de las ballestas podían penetrar las armaduras. A esa distancia, los arqueros disparaban a objetivos individuales. Las consecuencias para el enemigo eran devastadoras, especialmente si no podían responder al ataque. En una situación ideal, los arqueros desbarataban la formación enemiga disparando durante algún tiempo. El enemigo podía estar a salvo de la caballería tras las estacas, pero no podía parar todas las flechas o saetas que le disparaban. Si el enemigo abandonaba sus defensas y cargaba contra los arqueros, la caballería pesada entraba en acción, a poder ser a tiempo de salvar a los arqueros. Si la formación enemiga no se movía de su sitio, podía acabar debilitándose hasta el punto de que la caballería pudiese cargar con eficacia.
A los arqueros se les animaba y subvencionaba activamente en Inglaterra ya que los ingleses, al librar batallas en el continente, estaban en desventaja en cuanto a número. Cuando los ingleses aprendieron a usar los grandes contingentes de arqueros, empezaron a ganar batallas a pesar de su inferioridad numérica. Los ingleses desarrollaron la táctica del aluvión de flechas aprovechando el arco de largo alcance. En lugar de disparar sobre objetivos individuales, lo hacían sobre el área ocupada por el enemigo. Disparando hasta seis flechas por minuto, tres mil arqueros podían arrojar 18.000 flechas contra una formación enemiga. Los efectos de tamaño aluvión en los hombres y caballos eran devastadores. Los caballeros franceses que luchaban en la guerra de los Cien Años, hablaban de que el cielo se teñía de negro y del ruido de los proyectiles en su trayectoria.
Los ballesteros adquirieron importancia en los ejércitos del continente, sobre todo en las milicias y ejércitos profesionales mantenidos por ciudades. Con un mínimo de entrenamiento, un ballestero se convertía un soldado eficaz.
En el siglo XIV, las primeras pistolas primitivas hacían su aparición en el campo de batalla. Cuando funcionaban, eran incluso más poderosas que los arcos.
El problema de emplear arqueros era protegerlos mientras disparaban. Para ser eficaces, tenían que estar relativamente cerca del frente enemigo. Los arqueros ingleses transportaban estacas que clavaban con mazos en el campo de batalla frente al objetivo de sus proyectiles. Estas estacas les prestaban cierta protección frente a la caballería enemiga. Ellos confiaban en el poder de su arsenal para rechazar a los arqueros enemigos. Si eran atacados por la infantería enemiga, se hallaban sin embargo en desventaja. Los arqueros llevaban un gran escudo apaisado al campo de batalla. Este escudo llevaba soportes y podía instalarse en forma de barrera tras la que parapetarse y poder disparar.
A finales del periodo, ballesteros y piqueros luchaban en equipo en formaciones combinadas. Los piqueros mantenían a raya a las tropas enemigas que luchaban cuerpo a cuerpo, mientras que los artilleros disparaban contra la formación enemiga. Estas formaciones mixtas aprendieron a moverse y de hecho a atacar. La caballería enemiga tenía que retirarse ante una fuerza combinada de piqueros y de ballesteros/pistoleros. Si el enemigo no podía responder con sus propias picas y proyectiles, probablemente tenía la batalla perdida.
Las tácticas de la infantería
En la Edad Media, la táctica de los soldados de infantería consistía sencillamente en acercarse al enemigo y descargar hachazos. Los francos arrojaban sus hachas justo antes de lanzarse sobre el enemigo. Los guerreros contaban con la fuerza y la ferocidad para vencer.
El ascenso de los caballeros colocó temporalmente a la infantería en un segundo plano, principalmente porque no existía una infantería bien disciplinada e instruida. En los primeros ejércitos medievales, los soldados que luchaban de infantería eran campesinos mal armados e instruidos en su mayor parte.
Los sajones y los vikingos desarrollaron una postura defensiva llamada el muro de escudos. Los hombres se colocaban de forma contigua y juntaban sus largos escudos para así formar una barrera. Esto servía para protegerlos de los arqueros y de la caballería, de los cuales carecía su ejército.
La infantería experimentó un resurgimiento en aquellas áreas que carecían de condiciones para formar tropas de caballería pesada, por ejemplo en los países de relieve accidentado como Suiza y Escocia, y en las ciudades en pendiente. Debido a la necesidad, estas dos partes encontraron formas de organizar ejércitos eficaces que incluían muy poca o ninguna caballería. Ambos grupos descubrieron que los caballos no cargarían contra una barrera de estacas afiladas o de puntiagudas lanzas. Una formación disciplinada de lanceros podía detener a la elite de la caballería pesada de los nobles y naciones de mayor poder, y todo ello por una mínima parte del coste que suponía una fuerza de caballería pesada.
Una formación schiltron era un círculo de lanceros que los escoceses comenzaron a emplear durante las guerras de independencia que se produjeron hacia finales del siglo XIII (las que se recreaban en la película Bravehear). Ellos descubrieron que el schiltron era una formación defensiva eficaz. Robert Bruce sólo presentaba batalla a los caballeros ingleses en terreno pantanoso, lo que dificultaba notablemente la carga de la caballería pesada.
Los suizos adquirieron renombre en la lucha de picas. Básicamente revivieron la falange griega y llegaron a adquirir una gran pericia en el combate con largas armas de palo. Lo que hacían era formar un escuadrón de piqueros. Las cuatro filas exteriores sujetaban las picas a una altura similar, apuntando algo hacia abajo. Esto creaba una barrera eficaz contra la caballería. Las filas de la retaguardia usaban armas de palo acuchillado para hacer frente a los enemigos que se acercaban a la formación. Los suizos estaban entrenados hasta tal punto que eran capaces moverse en formación con relativa rapidez. Ellos convirtieron una formación defensiva en una fuerza de ataque de igual eficacia.
La respuesta frente a los compactos grupos de piqueros era la artillería, que rompía las filas de estas densas formaciones. Los españoles parecen haber sido los primeros en lograrlo de forma eficaz. Los españoles combatían también con pericia a los piqueros mediante espadachines con escudos. Se trataba de hombres ligeramente armados que podían penetrar entre las picas y luchar eficazmente con sus cortas armas. Su defensa era un pequeño y manejable escudo. Al final de la Edad Media, los españoles fueron también los primeros en experimentar combinando, en una misma formación, a piqueros, espadachines y pistoleros. El resultado fue una eficaz formación capaz de enfrentarse a las distintas armas en varios terrenos, tanto en la defensa como en el ataque. A finales del periodo medieval, los españoles eran la fuerza militar más eficaz de Europa.

Los ejércitos de la Alta Edad Media
Las tribus germánicas que invadieron el Imperio Romano a principios de la Edad Media, luchaban por lo general a pie y con hachas y espadas. Las únicas armaduras que solían usar eran cascos y escudos. Se organizaban en bandas armadas bajo el liderazgo de un jefe. Aunque eran feroces guerreros, luchaban como turbas sin coordinación. Las disciplinadas legiones romanas habían obtenido grandes victorias contra las tribus germánicas durante siglos, en parte por la fragilidad que se derivaba de su propio ímpetu. Pero al final del imperio, la calidad de las legiones romanas empezó a decaer, y las tribus germánicas pudieron traspasar sus fronteras.
No todas las tribus germánicas luchaban a pie. Una excepción eran los godos, que se habían acostumbrado a la caballería desde su asentamiento al norte del Mar Negro. Los visigodos y ostrogodos aprendieron las artes de la caballería gracias al contacto con el Imperio Romano Oriental al sur del Danubio, así como con los jinetes bárbaros de Asia. El ejército del Imperio Romano Oriental puso gran interés en el desarrollo de la caballería debido a sus conflictos con dos pueblos de jinetes bárbaros: los partos y los persas.
Tras la caída de Roma, la mayoría de las guerras que tuvieron lugar en Europa se realizaron con soldados de infantería. Una excepción podría haber sido la lucha de Arturo de Inglaterra contra los invasores sajones, aunque no tenemos pruebas de que su éxito se debiera al uso de la caballería. Puede que Arturo lograra detener el avance sajón en Inglaterra durante 50 años gracias al uso de la caballería o al empleo de tropas disciplinadas. Otra excepción fue el ejército bizantino, que recuperó el norte de África de las manos de los vándalos y estuvo a punto de lograr devolver el control de Italia al Imperio Romano Oriental en el siglo VI. El poderío del ejército bizantino en esta época radicaba en su caballería. También contaba con grandes líderes y con un dominio de las tácticas de guerra desconocido por los bárbaros.
En estos primeros siglos, la lucha rara vez implicaba a grupos que pudieran ser descritos como ejércitos. Se trataba de las mismas bandas armadas de épocas anteriores, pequeñas para el estándar bizantino o asiático, y con tácticas y estrategias limitadas. Las principales actividades militares eran las incursiones para obtener alimento, esclavos y armas como botín de guerra. Las agresivas tribus se desplazaban arrasando en su camino las reservas de alimento de sus enemigos, dejándolos morir de hambre y esclavizando a los supervivientes. Las batallas eran casi siempre enfrentamientos entre hordas guerreras que luchaban cuerpo a cuerpo con hachas y espadas. Luchaban como turbas, no como las disciplinadas formaciones que caracterizaban al ejército romano, protegiéndose con cascos, escudos y un tipo ligero de armadura. Las armaduras de cuero eran las más frecuentes; sólo los jefes y la élite llevaban armaduras de cota de malla.
A principios del siglo VIII, la España visigoda cayó ante los guerreros del Islam, muchos de los cuales luchaban como caballería ligera. Al mismo tiempo, los nómadas magiares de las planicies húngaras incrementaron sus ataques a caballo en Europa Occidental. En el 732, un ejército de infantería franco derrotó una invasión de la caballería musulmana cerca de Poitiers lo que puso fin a la expansión musulmana hacia el norte. Carlos Martel, líder guerrero de los francos, quedó impresionado por la caballería mora y emprendió la reforma de parte de su ejército. Esta fue continuada en años posteriores por el gran rey de los francos Carlomagno. La caballería pesada franca fue el origen del caballero armado que llegó a representar las luchas medievales.
Durante 30 años, Carlomagno llevó a cabo campañas militares que incrementaron el tamaño de su imperio. El ejército franco estaba formado por la infantería y la caballería armada, pero la caballería fue su fuerza principal y más impresionante. Podía moverse con rapidez y dirigir duros ataques a los enemigos, que luchaban en su mayoría a pie. Las campañas de Carlomagno eran invasiones con fines económicos en las que se quemaba, saqueaba y devastaba al enemigo hasta lograr su rendición. Carlomagno se enfrentó en muy pocas ocasiones contra adversarios organizados.
Los vikingos luchaban exclusivamente a pie, pero acostumbraban a reunir caballos al desembarcar, utilizándolos para invadir las tierras del interior. Sus invasiones comenzaron a finales del siglo VIII y terminaron en el siglo XI. Los descendientes de los invasores vikingos, los normandos del noroeste de Francia, se acostumbraron rápidamente a utilizar caballos y llegaron a ser unos de los guerreros con mayor éxito de finales de la Edad Media.
A principios del siglo X, los alemanes empezaron a desarrollar su caballería bajo el reinado de Otón I. El objetivo era contar con una fuerza de contraataque rápida contra las invasiones vikingas, así como frenar las incursiones a caballo de los bárbaros del este.
Hacia finales del siglo X, la caballería pesada fue una parte fundamental del ejército europeo, con la excepción de la Inglaterra anglosajona, las tierras celtas (Irlanda, Gales y Escocia) y Escandinavia.