martes, 26 de agosto de 2008

EL ABSOLUTISMO

El absolutismo es una forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a quien deben obedecer todas las demás, sin rendir cuentas al parlamento ni al pueblo.

Abarcó los siglos XVI, XVII, XVIII y la primera mitad del XIX, cuando la influencia política de la nobleza declinó, aunque manteniendo el régimen feudal que mantenía su preponderancia en la sociedad de la época. La teoría del derecho divino del poder real o del absolutismo teológico nació en Francia en el último cuarto del siglo XVI y en el ambiente de las guerras de religión. Aunque en Europa la divinización del monarca nunca llego tan lejos como en Asia (donde en algunos países se indentificaba al rey con el mismo Dios) el rey siempre tuvo cierto poder sobre las iglesias nacionales a traves del regalismo.
Causas del surgimiento del Absolutismo


La burguesía apoyaba la concentración del poder para estabilizar la economía dentro de todo el territorio de un Estado.
El protestantismo o Reforma protestante, iniciado por Martín Lutero distanció a un Estado como Alemania de la Iglesia y los Estados papales y disminuyó su importancia en las decisiones del Rey.
La conquista de América llevó a países como España y Portugal a acumular grandes cantidades de riquezas en oro y plata (Mercantilismo) lo que demostró que el absolutismo tenía más poder sobre los países vecinos.
La necesidad de juntar fuerzas militares como en el caso de la guerra de los cien años entre Francia y el Imperio Británico obligó a los Estados a poseer un ejército regular comandado por el Rey y ya no por señores feudales dispersos e incomunicados.
La crisis de la servidumbre

Principios básicos del Absolutismo [editar]El poder es de caracter divino: la autoridad del Rey fue designada por Dios.
El Rey tiene un trato paternal con el pueblo.
La autoridad del Rey es absoluta, no debe pedirle permiso ni al Parlamento ni a los nobles para tomar decisiones.
La autoridad del Rey está sujeta a la razón.
El Rey es la ley.

Razón de Estado

El gobernador absolutista debe regirse por criterios para lograr el poder, bienestar y la riqueza del Estado.


Caracterización

Fernando VII, ejemplo español de rey absolutista (pintura de Francisco de Goya)Las principales características del absolutismo fueron el rey único, vitalicio, hereditario y teocrático lo que hacia que el monarca dictara todas las leyes de acuerdo a sus intereses y la de los nobles, que estaban para aconsejar al rey en sus decisiones aunque éste siempre tenía la última palabra; el rey manejaba los hilos de la iglesia y era el jefe temporal, lo que quiere decir que manejaba la parte administrativa y todo lo que tiene que ver con sus riquezas, mientras que la parte de la fe y la creencia religiosa eran atribuidos al clero; se practicaba una economía mercantilista en donde todo estaba respaldado en metales como el oro y la plata siendo este sistema responsable por las miserias que azotarían Europa luego y que serán cambiados por sistemas más liberales, y a su vez muy controlada para así poder cobrar los impuestos necesarios para poder mantener la acomodada vida del rey y los nobles en el Palacio de Versalles en el caso de Francia con todas sus fiestas y más de un centenar de habitaciones. En cuanto a la sociedad, ésta es estamentada.


Este régimen, para poder funcionar y asegurar su continuidad, debe contar con un ejército que apoye incondicionalmente al rey y para a su vez apoyar y mantener el sistema monárquico en orden y controlar cualquier tipo de revueltas contra éste, una burocracia con ministros y funcionarios públicos a cargo que la hagan funcionar correctamente para que así se mantenga el poder monárquico, un grupo de embajadores que se encargaban de los tratados comerciales, de guerra, y matrimoniales ya que todos los reyes europeos se casaban entre ellos para asegurar las coronas reales y estos casamientos siendo pura y exclusivamente por interés, un sistema tributario fuerte que pueda mantener en pie todos los gastos del Estado y del monarca, así como también la flota, el ejército y la burocracia.

En resumen, el objetivo del absolutismo es la concentración y el monopolio de la autoridad y el poder del estado en la persona del rey.

Para el historiador R. Mousnier, la monarquía absoluta es el resultado de la rivalidad de dos clases: la burguesía y la nobleza. El rey arbitró el conflicto, apoyando a la burguesía y domesticando a la nobleza, conduciendo ese conflicto a un equilibrio que aseguró su poder personal y la unidad, el orden y la jerarquía en el Gobierno y en el Estado. Llevó a la sumisión total y a la obediencia sin límites.

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