miércoles, 27 de agosto de 2008

LA HISTORIA





La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.[1] También se denomina historia al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.

También se llama historia al pasado mismo e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la arqueología son imprecisas).

Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.[2] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la misma historia (véase tiempo histórico).

Dentro de la división entre ciencias y humanidades, se tiende a clasificar a la historia entre las disciplinas humanísticas (con otras ciencias sociales). La ambigüedad de esa división del conocimiento humano ha llevado al llamado debate de las dos culturas.

Etimología [editar]
En la mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia, además de la poesía épica.La palabra historia deriva del griego ἱστορία ("investigación" o "información"), del verbo ἱστορεῖν ("investigar"), y de allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria, como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio (1260-1284) y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.


Tres conceptos en las ciencias históricas [editar]Artículos principales: Historiografía y Historiología
En el estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados laxamente y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:

La historiografía es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir los hechos históricos acontecidos y registrados. La correcta praxis de la historiografía requiere el empleo correcto del método histórico y el sometimiento a los requerimientos típicos del método científico.
La historiología o «teoría de la historia» es el conjunto de explicaciones, métodos y teorías sobre cómo, por qué y en qué medida se dan cierto tipo de hechos históricos y tendencias sociopolíticas en determinados lugares y no en otros. El término fue introducido por José Ortega y Gasset[3] y el DRAE lo define como el estudio de la estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica. DRAE)
La historia en sí misma o conjunto de hechos realmente acontecidos, de alcance geográfico y social lo suficientemente amplios como para servir de base a la comprensión de hechos posteriores.
Es imposible ignorar la polisemia y la superposición de estos tres términos, pero simplificando al máximo podemos afirmar que la historia está relacionada con los hechos del pasado, la historiografía es la ciencia de la historia, y la historiología es la epistemología de la historia.


Filosofía de la historia Artículo principal: Filosofía de la historia

Busto de Heródoto, el llamado Padre de la HistoriaLa filosofía de la historia es la rama de la filosofía que concierne al significado de la historia humana, si es que lo tiene. Especula un posible fin teleológico de su desarrollo, o sea, se pregunta si hay un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de la historia humana. No debe confundirse con los tres conceptos anteriores, de los que se separa claramente. Si su objeto es la verdad o el deber ser, si la historia es cíclica o lineal, o existe la idea de progreso en ella, son materias que debate la filosofía de la historia.

Tampoco deben confundirse los supuestos fines teleológicos del hombre en la historia con los fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia como memoria de la humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué se encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del pasado, sea por el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el presente (Miguel de Cervantes bautizó a la historia como maestra de la vida). No debe olvidarse que la historia, al estudiar los hechos y procesos del pasado humano, es un útil para la comprensión del presente y plantear posibilidades para el futuro.[4] Salustio llegó a decir que "entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el ingenio, el recuerdo de los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad".[5]

La radical importancia de ello se basa en que la historia es la única ciencia -quizá también la medicina- en que el sujeto investigador coincide con el objeto a estudiar. De ahí la gran responsabilidad del historiador: la historia tiene una proyección al futuro por su potencia transformadora como herramienta de cambio social. Y le es aplicable lo que Carlos Marx dijo de los filósofos: "hasta entonces habían explicado el mundo de distintas maneras, y había llegado el momento de transformarlo".


Enfoques [editar]Existen dos concepciones de lo que constituye el campo de estudio de la historia:

Enfoque clásico: la historia es el período que comienza con la aparición de la escritura y se prolonga hasta la actualidad; desde este punto de vista, gran número de pueblos de la Tierra no tienen historia hasta que se produce su contacto con sociedades con escritura. Ejemplo: Historia de los pueblos primitivos de Norteamérica (a partir del contacto con europeos).
Enfoque multiculturalista: la historia es el período dentro del cual es posible obtener o reconstruir un relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo humano. Ejemplo: Historia de los pueblos amerindios de Norteamérica (a partir de los datos de la arqueología, tradición oral e historiografía referencial). En buena parte, esta diferencia es artificial: el mismo Heródoto no puede sino usar ese tipo de fuentes documentales cuando redacta la que se considera la primera historia.
Los acontecimientos ocurridos antes del periodo histórico se denominan prehistoria. Los acontecimientos situados en un período de transición entre la prehistoria y la historia son denominados protohistoria.

Sin embargo, otra nomenclatura designa a la ya explicada prehistoria como protohistoria, siguiendo la lógica de que esa "prehistoria" también forma parte de la historia. Además de que el prefijo proto significa "primero". Luego, protohistoria es "la primera historia".


División del tiempo histórico [editar]Artículo principal: Periodización
No hay un acuerdo universal sobre la periodización de la historia, aunque sí un consenso académico sobre los periodos de la historia de la civilización occidental, basado en los términos acuñados por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que pone al mundo clásico y su renacimiento como los hechos determinantes para la división. La acusación de eurocentrismo que se hace a tal periodización no debe impedir conocerla, por ser la más utilizada.

En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos, estudiando el latín señalaron tres fases en su gradual evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba hasta Constantino, etapa del latín clásico; la "edad media" de la lengua, que alcanzaba desde Constantino a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad ínfima" iniciada en el 842 con el primer texto en romance, Los Juramentos de Estrasburgo. Por eso precisamente Ch. D. Du Cange tituló su famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae latinitatis (Paris, 1678). La primera ocasión en que se designa el término Edad Media con sentido histórico parece haber sido en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium. La expresión pasaría desde ese mismo siglo XVII a designar el período de transición entre la antigüedad clásica y el renacer de su cultura experimentada en la Edad Nueva que habita tomado cuerpo a lo largo del siglo XV. Y, en consecuencia, su uso tendía a menospreciar los valores de dicha edad intermedia como un puente o una noche de “mil años”. Los pedagogos fueron los responsables de que este nuevo concepto de la Edad Media adquiriera carta de naturaleza en los manuales o síntesis de historia. Un profesor de fines del siglo XVII, Cristóbal Séller (1634-1707) o Celarius –como gustaba llamarse latinizando su nombre a la manera humanista- introdujo la modalidad en uno de los manuales escolares de Historia Antigua editado en 1685, y la claridad que implicaba para la explicación histórica le indujo a repetirla en otro, titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam deducta (Jena, 1688). Otro profesor, Loescher, la repitió en un manual alemán: Geschicchte der Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa división de la historia.[6]
El problema de cualquier periodización surge en hacerla válida para un ámbito espacial amplio, lo que resulta difícil cuando los fenómenos que originan el comienzo de un periodo en un lugar (habitualmente el Próximo Oriente) tardan en difundirse o surgir en otros lugares más o menos próximos y conectados (Europa Occidental) o lejanos y desconectados (América, Oceanía). Por ello surgen términos intermedios y de transición o superpuestos.

Prehistoria. Desde la aparición del hombre (subtribu hominina, género Homo), de fecha incierta, hace más de dos millones de años, hasta la aparición de la escritura, en torno al IV milenio a. C.
Paleolítico (etimológicamente Antigua Edad de Piedra, por la piedra tallada)
Paleolítico inferior. Primeros modos de tallado de instrumentos y de homínidos (Australopitecus y Homo habilis en África sudoriental, Homo ergaster y Homo erectus (extendido este último por el Viejo Continente); el Homo antecessor y Homo heidelbergensis en Europa (yacimiento de Atapuerca).
Paleolítico medio. Ligado a cambios en la cultura material y de las especies de homínidos (musteriense y Hombre de Neanderthal en Europa), desde hace 300.000 años hasta hace 35.000 años aproximadamente.
Paleolítico superior. Ligado a la cultura material que se suele asociar a Homo sapiens sapiens, desde hace 35.000 años hasta hace 10.000 años aproximadamente.
Mesolítico/Epipaleolítico/Protoneolítico. Periodo de transición, ligado a los cambios que produjo el fin de la última glaciación. Desde el X milenio a. C. hasta el VIII milenio a. C., aproximadamente. En las zonas en las que significó una transición hacia el neolítico se denomina mesolítico, mientras que en el resto, en las que es las que sólo significa una fase de continuación del paleolítico, se denomina epipaleolítico.
Neolítico (etimológicamente "nueva Edad de Piedra", por la piedra pulimentada). Periodo ligado a la denominada Revolución Neolítica (aparición de la agricultura, aldeas, cerámica) que tuvo lugar a partir del VIII milenio a. C. en el Creciente fértil del Oriente Próximo, y se difundió hacia el norte de África y Europa (en España a partir del VI milenio a. C.) y Asia. La aparición de la agricultura se produjo de forma endógena en otras zonas del mundo (con seguridad en América, de forma menos clara en otras zonas).
Edad de los Metales. Época ya histórica en Próximo Oriente, aún prehistórica en otras zonas.
Calcolítico (III milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental). La formación de las sociedades complejas.
Edad del Bronce (II milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental).
Edad del Hierro (I milenio a. C. aproximadamente, en Europa Occidental). Hasta la romanización.
Historia. Desarrollo de la escritura como consecuencia de la aparición de los primeros estados. IV milenio a. C. en Sumeria
Protohistoria. Período de solapamiento: mientras surgen las civilizaciones prístinas de Mesopotamia, China e India en Asia, Egipto en África y las culturas Olmeca y Chavín en América éstas dejan constancia escrita de otros pueblos que no han desarrollado la escritura. En la Península Ibérica coincide con las colonizaciones orientales fenicio-púnica y griega y la conquista romana, cuyos autores registraron la actividad de los pueblos indígenas.
Edad Antigua
Nacimiento de la Civilización en Oriente Próximo: Primeros estados (templos, ciudades-estado, imperios hidráulicos) en Sumeria, Acad, Babilonia, Asiria, Egipto...
Antigüedad clásica: Civilizaciones griega y romana. Cuentan sus eras desde la primera olimpiada o la fundación de Roma. Siglo VIII a. C. No hay que confundir con el periodo clásico del arte griego (siglo V a. C. y siglo IV a. C.).
Antigüedad tardía: Periodo de transición, desde la crisis del siglo III hasta Carlomagno o la llegada del Islam a Europa (siglo VIII).
Edad Media: Desde la caída del Imperio Romano de Occidente (siglo V) hasta la caída del Imperio Romano de Oriente (siglo XV)
Alta Edad Media: siglo V al siglo X.
Baja Edad Media: Para algunos, del siglo XI al siglo XV. Para otros se restringe al siglo XIV y al siglo XV, como Crisis de la Edad Media o Crisis del siglo XIV, y hay una Plenitud de la Edad Media del siglo XI al siglo XIII.
Edad Moderna: De mediados o finales del siglo XV a mediados o finales del siglo XVIII. (Para los ingleses, Early Modern Times, es decir, "Primera Edad Moderna" o "Edad Moderna Temprana".) Se toma como comienzo la Imprenta, la toma de Constantinopla por los turcos o el descubrimiento de América; como final, la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos de América o la Revolución Industrial.
Edad Contemporánea. Desde mediados o finales del siglo XVIII hasta el presente. (Para los ingleses Later Modern Times, es decir, "Segunda Edad Moderna" o "Edad Moderna Tardía").

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